domingo, 21 de agosto de 2011

Capítulos 54, 55 y 56


De cierto modo me pone un poco triste ver la locura que sufre don Quijote. No sé que podrá pasar por su mente, sin embargo siento que debe ser de cierto modo triste no poder vivir tranquilo porque se piensa que se vive en un mundo irreal, lleno de fantasías y de objetos mágicos. Los duques viviendo en su vida perfecta buscan una forma de divertirse, en este caso aprovechándose de la ingenuidad de don Quijote. Los duques planean de forma cuidadosa una nueva forma de entretenerse y es buscarle a alguie
n a Don Quijote para que combata contra él. Supongo que le pedirán ayuda a cualquier hombre, si de por sí el ganarle no debe ser una tarea sumamente complicada. Don Quijote lleva una sonrisa en su rostro porque se siente valiente al saber que va a combatir.
Mi corazón nunca se encontraba tranquilo porque a la
misma vez en que me preocupaba por Don Quijote, me preocupaba por Sancho. A mi a veces me sucede en que tengo un mal presentimiento, una cierta angustia. Estaba angustiada por Sancho, me preocupaba que en el camino de regreso algo malo le pudiera suceder al pobre de Sancho, solo y bajo la oscuridad.
Al día siguiente, Don Quijote decidió que quería ir a caminar. Así que me preparé y simplemente nos fuimos. Yo bien oculta iba por medio de los arbustos para que Don Quijote no me viera. Después de haber caminado por un
largo tiempo, escuchamos al pobre de Sancho gritar. ¡Estaba atrapado en una profunda fosa! Yo sabía que algo malo le había ocurrido. Don Quijote se puso a cuestionarlo para afirmar que era el Sancho real. Me dieron ganas de matarlo. En vez de ayudarlo se puso a preguntarle cosas, y el pobre que estaba tan angustiado le costaba incluso poder hablar de lo triste y asustado que estaba. Don Quijote después de que confirmo que se trataba del verdadero Sancho, fue por ayuda y ayudaron a sacar a Sancho y a su asno de la fosa. El pobre Sancho temblaba como si hubiera visto el espectro más horroroso.
Después de este acontecimiento regresamos a la casa, donde Sancho hizo un espectáculo contanto todo el drama vivido siendo gobernador de la ínsula Barataria. Los duques le dieron obviamente en broma que para la próxima vez le darían una ínsula menos conflictiva.
Ahora pues ocurrió un drama verdadero. Yo me sentía en medio de el escrito de un libro. Lo que sucedió fue que cuando Don Quijote empezó a combatir con el otro hombre, este se enamoró de la hija de la señora Rodríguez, y la hija d
e la señora Rodríguez se enamoró de él. Resulta que este hombre era un "impostor" el cual esta suplantando al verdadero labrador, el labrador contra el cual don Quijote quería luchar. Al final el hombre se da por vencido y dice que ya no quiere luchar más. Se desenmascara, y Don Quijote se da cuenta de que él no es el verdadero
labrador y culpa a los encantadores. El Conde lo encarcela en uno de los calabozos y para serles sincera no supe más que sucedió.
Después de esta ajetreada noche, sucedió lo más hermoso que me pudo a ver sucedido. Don Quijote decidió que ya era hora de marcharse de ese horrible lugar, nos fuimos de la casa de los duques. No podía estar más feliz. Me sentí segura, y además sentí que ya por fin podría estar tranquila porque ya nadie molestaría ni burlarían de los pobres Don Quijote y Sancho.

1 comentario:

  1. Un trabajo de excelente contenido, hecho con un estilo agradable. Lo has hecho siempre conservando la reflexión y también la ingenuidad del personaje. Felicidades.

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