Ahora pienso, pues que lo que el cura y el barbero quieren hacer es llevarlo a casa para curarlo, pero pienso que no lo están haciendo de la manera correcta. Seguidamente, les explicaré porque.En el camino, "la damita rubia" que en realidad se llama Dorotea, empezó a inventarse la historia de que su padre, predijo que un gigante llamanda "Pandulfio" o "Padafilando", en realidad no logré escuchar bien, quería casarse con ella, o algo así. Su padre, según ella, le había dicho, que había un caballero con ciertas características como un lunar o no se que, que la podía salvar. Ella le dijo al Quijote, que ese caballero del que su padre hablaba era ella, y de que él la debía ayudar, y luego casarse con ella.
Sancho, justo cuando la tal Dorotea dijo esto, se pusó tan contento, porque la "famosa tierra" que le prometió el hidalgo, ya la tendría casi asegurada. Ahora si estoy segura de que este pequeño hombre, ya se volvió igual de loco que don quijote, porque a pesar de que se creyó lo que la rubia dijo, si no también lo de la "tierra".
Don Quijote con su enamoramiento por la fea señora de Aldonza Lorenzo, la cuál para el era "la fermosisima Dulcinea del Toboso", estaba y era dueña de su corazón, por lo tanto no se casaria con ella. Mientras el dice eso, a mí en realidad me da mucha risa, porque me pongo a pensar, que ira a pasar cuando la dama bella que tanto el se imagina, sea esa mujer horrible de Aldonza.
Jaja, en eso Sancho se puso furibundo, cuando escucho que el no se casaría con ella. Al parecer como que todas sus esperanzas se le vinieron al suelo.

Al rato después, Sancho siguió hablando con Don Quijote. Le hablaba hasta donde yo lograba escuchar sobre todo lo que había pasado con Dulcinea y de todo lo que él le había dicho. El pobre don Quijote, tan ilusionado, de imaginarse estando con su "bella" amada. Más ilusionado se puso cuando Sanch
o le mensionó que Dulcinea lo quería en el Toboso. Oh pobre señor, me dió tanta lastimá, porque yo, con mi cuerda cabeza, al instante me di cuenta de que eran puras mentiras lo que sancho le decia al hidalgo; era imposible que Aldonza Lorenzo digera tantisimas lindas cosas.
Los caballeros siguieron hablando por un largo rato, y yo pues deje de ponerles mucha atención porque siempre decían lo mismo, Sancho, mentiras, y Don Quijote, locuras.
A rato después vi a Don Quijote pensativo. Lo que sucedía era que esta pensando que decición debía tomar, si irse al Toboso o ayudar a la supuesta Princesa Micomicona, la tal rubia esta.
Al final decidió ayudar a la princesa por los talez principios de la caballería que lo regían. Puras babosadas del cabeza hueca de Don Quijote.
Al rato, seguimos avanzando. ¡Regresamos a la venta que habíamos ido al principio de la aventura! Antes de entrar, obviamente me puse me capucha para pasar desapercibida, y entre a la venta. Me di cuenta de que el hidalgo se fue a dormir. Así que fui a ver que hacían el cura y el barbero. Cuando me acerqué, y estaban viendo unos libros. No logre ver bien los nombres, pero según logré escuchar lo que hablaban, creo que eran libros de caballerías e historia.
Discutían sobre que libros conservar y cuales quemar. En realidad no se porque lo hacían, pero el punto es que estaban discutiendo.
Después de discutir, el cura decidió ponerse a leer una de las historias. Yo como no tenía nada mas que hacer, desde la mesa de al lado, me puse a escuchar lo que relataba la historia.
Muy hermoso visualmente y con un contenido de gran calidad. Demuestra un estilo cuidadoso y muy personal. Excelente.
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