Debo confesar que el estar oculta detras de unos arbustos, con una capucha negra encima de mí, no me gusta del todo. La unica razón por la cual algo me ayuda a derrotar el calor y la sofocacion es el pensar en que todo esto por lo cual estoy pasando, me va a llegar a convertir en la mejor periodista.
Viendo al pobre de Don Quijote encerrado me daba un poco de lastima la verdad. A veces me ponía a pensar que probablemente el era solamente un señor el cual estaba tratando que cumplir sus sueños, a pesar de que estuviera loco y todo lo demás.
El Cura y el Canonigo, sugún yo lograba escuchar, hablaban de los libros de caballería. Decían que estaban llenos de tonterías y que eran una perdida de tiempo. En realidad yo estaba en parte de acuerdo con ellos, porque gracias a estos libros, Don Quijote había perdido todas las neuronas de su cabeza; lo habían embrutesido por completo.
Luego deje de escucharlos y me concentre en escuchar la conversación entre Sancho y el hidalgo. No escuchaba muy bien, ya que Sancho tiene la pesima costumbre de hablar muy bajito, lo cual hace mi trabajo mucho más dificil. Sancho trataba creo yo de explicarle a Don Quijote el plan que tenían el cura y el canónigo de regresarlo a su casa; a su vez, le trataba de explicar que él no estaba encantado. Eso fue algo de lo poco que logre escuchar, sin embargo creo que logre escuchar la parte que necesitaba escuchar. Don Quijote, mostraba una cara de confusión, lo cual para mi era bastante comprensible despues del montón de enrredos que le estaban haviendo en su pobre cabeza.
Sancho y Don Quijote comienzan a discutir. Gracias a esta discución Sancho sube el volumen de la voz y por fin logro escuchar lo que esta sucediendo. Don Quijote insiste en que el si se encuentra encantado y asi discuten por un rato. Luego, Sancho le pide al cura y al canónigo que dejen salir a Don Quijote para que fuera al baño a hacer sus necesidades fisiológicas.
Mientras Don Quijote esta afuera de su jaula, el canónigo se pone a comentar con él sobre los libros de caballería, repitiendole lo que habia comentado anteriormente con el cura.
Don Quijote se molesta un poco por esta conversación y se pone a decirle un monton de hechos, los cuales personalmente algunos conocía, otros no tenía la más remota idea de que eran.
Después de esta leve discución surgió el tema de la promesa que Don Quijote le habia propuesto a Sancho hace mucho tiempo, la de gobernar una insula o algo asi. Esto es algo que también me da un poco de lastima ya que Sancho de veras esta creyendo que esto va a suceder, lo cual es indiscutiblemente falso. Sancho se preocupa por si va a ser un buen gobernador, lo cual me pone triste por él, ya que por lo menos yo se que nunca ya a llegar a serlo. De repente, apareció un pastor, el cual estaba con una cabra. Se pusieron a hablar él y el cura. No escuche ni un susurro de la conversación que plantearon estos dos caballeros. De pronto, el pastor se puso a contar una historia, la cual yo tenía muchas ganas de escuchar, asi que me acerque y me senté justo detras de un arbusto muy cerca de ellos.
Fantástico, Glori. Me encanta.
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