sábado, 29 de octubre de 2011

El fin de la aventura Cap. 72-73 y 74

Estabamos de regreso a nuestro pequeño pueblo, cuando de repente se nos desató un hambre voraz, y tuvimos que deternos y comer. En eso que fuimos a comer, yo como andaba detras de Don Quijote, me sente en una mesa distinta, un tanto alejada a la de ellos para poderlos ver con claridad. En eso noté que habia un hombre sospechoso que los miraba de forma extraña, un tanto sospechoso. En eso se puso de pie y se sentó a hablar con Don Quijote y con Sancho. Me acerrque y me oculte detras de un mostrador, donde podía escuchar perfectamente cada detalle de la conversación. Resulta que ese hombre había sido un personaje nombrado en el "Libro del Quijote falso" escrito por el farsante Avellaneda. Don Quijote impactado, le decía al caballero que el debía dar testimonio de la falsedad de ese libro y debia decir la verdad, que todo lo escrito en ese libro eran puras mentiras. Despues de esto, continuamos nuestro extenuante camino hacia nuestro bello pueblo de la Mancha, hasta que por fin logramos divisiar aquel lugar que un dia llamamos hogar. Logre ver en Don Quijote y en Sancho una expresion extraña en su rostro, una sonrisa de alegría por haber logrado volver a casa sanos y salvos, pero a la vez sus en sus ojos se dibujaba tristeza por saber que el fin de esta gran aventura ya estaba a punto de ser alcanzado.
Nos fuimos poco a poco aproximando al pueblo y en eso nos encontramos nada mas y nada menos que a los figurines de Sanson Carrasco y el Cura. Como era de esperarse, ambos se encontraban extremadamente alegres debido a Don Quijote había recresado a su tierra. En eso Don Quijjote y Sancho tomaron caminos distintos, Sancho partió a su casa con mucho dinero para su familia, y Don Quijote partió hacia su casa, luciendo más viejo que nunca. Yo decidí irme con Don Quijote Al llegar a su casa el ama y su sobrina lo atacaron con abrazos y besos. Se sentaron amigos de Don Quijote, Don Quijote, el ama y su sobrina, todos en una mesa gigantesca. En eso, yo escuchando por una ventana, me dío mucha risa escuchar a Don Quijote decir que su nueva aventura iba a convertirse en pastor. Una sonrisa se dibujo en mi rostro porque supe que a pesar de que Don Quijote estaba en su casa, el aun seguia siendo el mismo Don Quijote, con un gigantesco corazon aventurero.
A pesar de que Don Quijote seguía con esa actitud vivaz que lo caracterizaba, yo tenía el presentimiento de que algo no andaba bien, su rostro se veía extraño y apagado. En eso llamaron nuevamente al Doctor y este le dijo que no le quedaba mucho tiempo de vida. Yo no podía creerlo, ese hombre que me había hecho hacer tantas locuras y que definitivamente había cambiado mi vida estaba a punto de morir. Lagrimas empezaron a brotar de mis ojos, y simplemente no podía creer que fuera verdad. En eso también, Don Quijote volvió a ser cuerdo, paso de ser del caballero aventurero, a un hidalgo, Don Alonso Quijano. En eso Sancho llego a la casa de Don Quijote, y llorando le dijo: "Don Quijote, amo mio, seamos pastores y vayamonos de aventuras", sin embargo ya no habia una respuesta positiva a esto, el caballero andante, al cual había seguido por tanto tiempo se había esfumado, y su cuerpo estaba a punto de fallecer. Sentí que era el momento adecuando, y entre con lagrimas en mi rostro a la casa de Don Quijote, y me presente. Confese que había seguido los había seguido desde la primera aventura, desde que todo comenzo. Don Quijote, con cara de asombro me dijo que no lo podía creer. Yo le dije con lagrimas en mi rostro que el había cambiado mi vida, y me había hecho una persona sin miedos, una persona lista para vivir sin temor y a vivir cada aventura posible. Le conte sobre mi proposito de escribir un articulo sobre él en el periodico.Don Quijote realizo su testamento, y después de esto se despidió de todos.
Con mucho pesar
un adios fue pronunciado
pues el ejemplar hidalgo
se había esfumado

Debo confesar que un cambio realizó
eterna marca en mi vida dejo
siempre recordaré
al caballero de aventuras,
al caballero de aventuras
que mi vida cambio.

Este es el fin de una aventura
pero talvez el comienzo de muchas mas
un paso adelante o un paso atras
el Quijote recordado siempre será.

(Mi última-primera charla con Don Quijote)

sábado, 22 de octubre de 2011

Capítulos 68, 69, 70 y 71

El haberme reencontrado con Don Quijote me hizo sentir feliz, y el ver que aun seguía siendo el mismo hombrecillo loco de siempre me alegro aún más. Nos encontrábamos reposando, Don Quijote miraba al cielo, Sancho se rascaba la barriga y yo los observaba mientras comía una manzana. Pronto todos nos quedamos dormidos, y en eso, en medio de la noche Don Quijote despertó (claramente cuando eso sucede todos nos despertamos por culpa suya). Don Quijote le recordó a Sancho que debía darse los azotes para lograr el desencantamiento de su "amadísima" Dulcinea. Sin embargo, Sancho le contestó por milésima vez que no se azotaría, que no era necesario y que además no quería lastimarse. Después de esto, todos nos quedamos dormidos nuevamente, hasta que en eso un tremendo estruendo nos despertó. De la nada un montón de puercos empezaron a pasar por encima de Sancho y de Don Quijote. Por alguna extraña razón Don Quijote estaba estallado de la risa, y le decía a Sancho que esa era la lección por no haberse dado los azotes (lo cual en realidad me pareció un tanto tonto debido a que los puercos también le habían pasado por encima a Don Quijote). Después de esto, nos volvimos a quedar dormidos y hasta la mañana fuimos despertados por algo que en realidad no esperaba. Un grupo de caballeros armados vieron a Don Quijote y a Sancho y los despertaron. Yo escuche ruido y me desperté también. Eran unos caballeros armados, y le dijeron a Don Quijote y a Sancho que debían ir con ellos; y así fue. Nos fuimos con ellos, y no puedo haber ocurrido algo peor en el mundo, nos llevaron a una casa de terror, nos llevaron a un lugar indeseable y horrible, nos llevaron a la casa de los duques.
Llegamos a ese lugar que en serio detesto con todo mi corazón y sabía que todo esto tenía una explicación, jugarle una broma o a Sancho o a Don Quijote. Y el "afortunado" ganador de la broma fue nada más que el pobre de Sancho. Le dijeron a Sancho que debía someterse a unos alfilerazos y a golpes y a unos pellizcos para desencantar a Altisidora. En serio me molesta mucho que le hagan eso al pobre de Sancho, y me pregunto ¿que tendrá de gracioso ver sufrir y ser lastimado a alguien? No lo sé. Sancho se sometió a los golpes y a los pellizcos, pero no permitió los agujonasos. El zopenco de Don Quijote le dijo a Sancho que el se encontraba anonadado de la capacidad que el tenía para desencantar, y a su vez le dijo que debía recordar los azotes para desencantar a Dulcinea y Sancho molestó le dijo que no se los daría.
Se hizo de noche, y me las tuve que arreglar para poder dormir en la casa de los Duques. Me puse de acuerdo con una de las mucamas y ella me ayudó a entrar. Al parecer los Duques no se cansaron con la broma de Sancho, si no que quisieron hacerle una última broma a Don Quijote por medio de Altisidora. Esta le empezó a decir a Don Quijote que era feo y que ella nunca lo amo y cosas así. Don Quijote gracias a Dios después de esto no dudo en marcharse, y nos fuimos de ese horroroso lugar.
Nos fuimos y emprendimos nuevamente nuestro camino. En eso, don Quijote le hizo una propuesta a Sancho: que por cada azote que este se diera, Don Quijote le pagaría. El codicioso de Sancho aceptó por el hecho de que ganaría dinero. Pero en realidad solo fue un grandísimo tramposo, porque al cabo de un rato de realmente haberse estado dando azotes, le dolía mucho, pero él no estaba dispuesto a no ganar mas dinero, por lo que le empezó a pegar a un árbol. De vez en cuando hacía uno que otro gemido para que Don Quijote creyera que realmente se estaba pegando. ¡Que bárbaro más mentiroso! Sin embargo debo confesar que fue una mentira algo graciosa.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Capítulos 65, 66 y 67

Pensé que nada sería igual, que todo se había visto arruinado, por algo que en realidad no tenía sentido. ¿Como podía existir otro caballero el cual quisiera que Don Quijote regresase a su casa? No había explicación alguna, o tal ves si la había. Me puse a pensar en que lo sucedido fue demasiado extraño y que debía haber una explicación detrás de todo. Decidí utilizar mis preciadas habilidades de periodista e investigadora. Me dirigí al pueblo, a ver si había señal alguna del tal caballero. Después de escuchar, chismorrear y meterme en cosas que en realidad no me incumbían, me termine dando cuenta de la más terrible atrocidad que alguien hubiera podido cometer. ¡Don Quijote había sido engañado! No podía creerlo. Según logre entender, el Bachiller Sansón Carrasco, hombre originario de mi pueblo, había sido el culpable del fin de Don Quijote de la Mancha. Buscando restablecer el sano juicio en el hidalgo, ideó al Caballero de la Blanca Luna y pués todo su plan. No se si lograran hacer que Don Quijote recobre su sano juicio, lo que si se es que había logrado hacer que Don Quijote volviera a su casa y que dejara tristemente a un lado la vida caballeresca.
Cuando estaba a punto de partir hacía el pueblo de la Mancha, me encontré a Don Quijote y a Sancho, colocando las armas de Don Quijote sobre el asno de Sancho y él subiéndose en Rocinante a punto de partir. Decidí que sería lindo seguirlos por una última vez y escucharlos hablar ridiculeces por una última vez. Empezamos el camino. Era un camino bastante tranquilo. Me reía al escuchar a Don Quijote regañar por tonterías a Sancho. Mientras íbamos caminando, nos encontramos Tosilos, el que iba a ser el que combatiría con Don Quijote cuando estábamos en la casa de los Duques. Fue un hombre muy amable y les ofreció comida. Sancho claramente no se negó debido a que es un glotón, pero me dio tristeza ver a Don Quijote negarse a la comida. Tanta era su depresión y tristeza que se negaba a comer. Era triste ver a un hombre tan dispuesto como el, tan caído y triste.
Después de estar un ratote con Tosilos partimos. En el camino nos encontramos un montón de pastores. Me alegro tanto escuchar la voz de Don Quijote y oírlo decir que deberían el y Sancho convertirse en pastores mientras pasaba el año de castigo. Me encantó pensar en que don Quijote aun tenía ese espíritu caballeresco, que aún en el seguían vivas esas voluntades de ayudar a los demás. No se que pasaría después, solo se que a pesar de estar en un momento tan triste, en el retiro de Don Quijote, escuchar cosas como esas avivaban mi corazón y me hacían pensar en que aun existe la posibilidad de que las aventuras de Don Quijote no se acabasen tan pronto. El milagro por el cual había pedido al parecer se me estaba concediendo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Capítulos 61, 62, 63, y 64

Después de tanto caminar, por fin logramos llegar a la hermosa ciudad de Zaragoza. El mar, hermoso como siempre, se veía a lo lejos. Al llegar a la ciudad, en el camino nos topamos con un hombre, según escuche llamado Antonio, fue muy amable y invitó al hidalgo y a Sancho a su casa. A mi me asombra ver la facilidad con la que Don Quijote conoce y habla con tanta gente, es impresionante la cantidad de personas que hemos conocido en este largo trayecto.
Don Quijote y Sancho efectivamente fueron a la casa de Don Antonio. Aquí pues claramente yo no estaba autorizada a entrar, por lo que me quede en una posada justo al lado le la casa de Don Antonio. Desde mi ventana podía con facilidad vigilar la entrada y salida de personas de la casa. Un día salieron a caminar, por lo que decidí seguirlos. Don Antonio y Sancho decidieron hacerle una broma inocente a Don Quijote y le pusieron un cartel en la espalda que indicaba que el era El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Don Quijote al ver que todos le conocían, se puso mas contento que un niño recibiendo un regalo de navidad, y pensó que todos lo conocían por sus grandiosas hazañas de caballero. Me pareció muy gracioso en realidad y una broma bastante ingeniosa, la cual a pesar de ser una broma, no le estaba causando ningun daño a Don Quijote. En la noche, Don Antonio organizó un baile. En este baile sacaron a mover el esqueleto a Don Quijote dos muchachas, desde la posición en la que me encontraba no les pude observar bien el rostro. Don Quijote brincaba y bailoteaba, pero hubo un momento en que se puso molesto, no logre entender el porque, supongo que tuvo que ver algo con su "hermosisíma"Dulcinea. Al dia siguiente , los caballeros no salieron de la casa. No pude saber que estaba ocurriendo, sin embargo espere pacientemente nada malo les estuviera ocurriendo. Agotada de observar por la ventana, salí de la posada y justo en ese momento, salieron Don Quijote y Sancho. Empezaron a caminar, y llegamos a una imprenta. Entramos a la imprenta, y yo muy discimuladamente me puse a observar los libros mientras escuchaba lo que Don Quijote decía. En aquella imprente tenían posesión de la basura de la falsa segunda parte de la historia del Quijote. Don Quijote se puso a insultar la escritura de ese libro, diciendo que era un libro lleno de falsedades donde no se contaba ni un poquito su verdadera historia.
Al día siguiente partimos nos dirigimos hacía unas galeras. En eso, llego un barco, el cual aprisionaron. Estuvieron a punto de matar al capitan de aquel bote, hasta que se dieron por enterados que era una mujer. No entendí porque le iban a dar una oportunidad de que explicase la situación por el simple hecho de ser mujer. La mujer empezó a explicar la situación y a declarar ante el virrey los hechos, explicando el porque era inocente. El virrey terminó declarandola inocente. No le preste mucho oido a las palabras que decían, no me importaban, me importaba mas lo que realmente sucedía con Don Quijote.
Al día siguiente ocurrió algo verdaderamente peculiar. Yo me puse a seguir a don Quijote por la playa y en eso apareció un caballero, que se hizo llamar como el Caballero de La Blanca Luna. Eso en serio no me lo esperaba, yo pensaba que el único loco que creía en las caballerías era Don Quijote. En eso, se pusieron a pelear porque tal caballero dijo que su mujer era mas bella que Dulcinea. Don Quijote se puso colorado como un tomate del odio, y hizo un trato con el tal caballero. El trato consistió en si Don Quijote si perdía debía practicamente renunciar a la caballería y si el otro caballero perdía debía otorgarle a don Quijote todas sus armas y además Don Quijote debía decidir si matarlo o no. Me preocupe mucho porque no quería que nada malo sucediera.
Tristemente ocurrio lo que yo no quería que ocurriera. Don Quijote perdió la justa. No podia ser posible. Las aventuras de Don Quijote no podían terminar tan rápido. Don Quijote dijo que el cumpliria su palabra. Unas lagrimas calleron de mi rostro, la aventura simplemente no podía terminar así. No aguante más, y me marché esperando que el tiempo volviera, o que algo sucediera, no estaba lista para que terminara la aventura, no quería que terminara. A pesar de lo fisicamente cansada que me sentía, no quería que la aventura terminara. Me marché sin saber que sucedería después, simplemente esperaba que ocurriera un milagro.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Capítulos 57, 58 , 59 y 60

Al salir por fin de ese lugar del terror, pienso que las cosas volverán a ser como antes, donde Don Quijote se enfrentaba a lo que fuera, a lo que la vida le pusiera en frente. Nuestras aventuras comenzaron con una hermosa charla entre don Quijote y Sancho. Ambos se sentían tan emocionados contando lo vivido durante el tiempo que estuvieron separados, que me alegraba verlos nuevamente reunidos.
La primera aventura despues de esta gran desventura en la casa de los duques, fue en realidad muy singracia. Don Quijote llegó de metidote a hablarle a unos labradores sobre caballeros. No fue nada sobresaliente, y en realidad me aburri un poco debido a que ya habia escuchado las mismas historias caballerescas unas mil veces.
Después de la "aventura" seguimos caminando, y ahora debo confesar que si me rei mucho. Los hombres empezaron a hablar de amor, y don Quijote empezó a contarle a Sancho lo que había sucedido con Altisidora. Solte una risa al ver que alguien tan horrendo como don Quijote se sentía como un verdero casanova por haber atraido la atención de Altisidora. Yo pienso que Altisidora estaba ciega y al escuchar la romántica voz de Don Quijote se enamoró, estoy segura de que si fuera vidente, la historia sería MUY diferente, no se hubiera enamorado del viejo "caballero". Sancho pensaba igual que yo, solo que el fue lo suficientemente honesto y se lo dijo en la cara a Don Quijote. Sin embargo, Don Quijote dijo que probablemente ella se habia enamorado de el porque simplemente no espantaba, lo cual era relativamente cierto, y porque además era un hombre de buena moral, lo cual era cierto, porque a pesar de ser un hombre cuya cabeza no funcionaba muy bien, era un hombre honesto y con un corazon bueno con intenciones de ayudar a los demás.
Después de esta peculiar charla, los hombres decidieron hacer un alto a nuestra caminata. Sancho esta muy hambriento, por lo que se puso a comer. Sin embargo en don Quijote surgió la loca idea de que ya no quería comer más porque queria prestarle mayor atencion a sus pensamientos. Además, le dijo a Sancho que se diera unos cuantos azotes para lograr desencantar a Dulcinea. Sancho obviamente se negó. Al rato seguimos con nuestro camino.
En eso, me arruinaron por completo el dia. Llegamos a una tienda, donde estaban hablando de la publicación de la Segunda Parte del libro de Don Quijote. No podía creerlo, quien era esa otra persona que conocia todas las aventuras de don Quijote, ¿quien era? Sin embargo me pusieron nuevamente contenta al ver que cuando Don Quijote se puso a leer el libro, la historia era pésima, muy lejana a lo que realmente estaba ocurriendo. Don Quijote anunció ante todos los presentes que él era el verdadero Don Quijote de La Mancha, y que el libro era un total fiasgo, una falsedad de pies a cabeza.
Después de estar en esta tienda, continuamos nuestro agotador camino hacia Zaragoza. Un día ocurrió algo que me atemorizó un poco y fue que Don Quijote estuvo a punto de azotar a Don Quijote por la desencantamiento de Dulcinea. Al final nada sucedió, pero fue un momento realmente feo, la mirada de Don Quijote infundía temor, lo cual no era muy común.
Despues de este acontecimiento proseguimos nuestro camino. En eso casi se me sale un gritote, porque aparecieron unos bandalos colgados en unos arboles, muertos debido a todas las fechorias realizadas. Despues de esto, ocurrió algo peor, Don Quijote y Sancho se vieron rodeados de un grupo horrible de bandoleros. Sin embargo nada les ocurrió ya que el lider se puso feliz al ver que Don Quijote estaba frente a él. El lider de los bandoleros se llama Roque Guinart. Nos contaron la historia de hijo de Roque, quien por celos de su esposa, fue asecinado. Su asecinato al parecer fue en vano, porque el hijo de Roque llamado Vicente, no cometio ninguna infidelidad. Don Roque parecía amable, sin embargo ni el ni su clan eran hombres buenos, ya que han cometido muchas fechorías, matado a muchos y robado a otros más. Sin embargo a nosotros no nos hicieron nada. Después de haber estado un largo rato junto a ellos, proseguimos de inmediato nuestro camino a la ciudad de Zaragoza.

domingo, 21 de agosto de 2011

Capítulos 54, 55 y 56


De cierto modo me pone un poco triste ver la locura que sufre don Quijote. No sé que podrá pasar por su mente, sin embargo siento que debe ser de cierto modo triste no poder vivir tranquilo porque se piensa que se vive en un mundo irreal, lleno de fantasías y de objetos mágicos. Los duques viviendo en su vida perfecta buscan una forma de divertirse, en este caso aprovechándose de la ingenuidad de don Quijote. Los duques planean de forma cuidadosa una nueva forma de entretenerse y es buscarle a alguie
n a Don Quijote para que combata contra él. Supongo que le pedirán ayuda a cualquier hombre, si de por sí el ganarle no debe ser una tarea sumamente complicada. Don Quijote lleva una sonrisa en su rostro porque se siente valiente al saber que va a combatir.
Mi corazón nunca se encontraba tranquilo porque a la
misma vez en que me preocupaba por Don Quijote, me preocupaba por Sancho. A mi a veces me sucede en que tengo un mal presentimiento, una cierta angustia. Estaba angustiada por Sancho, me preocupaba que en el camino de regreso algo malo le pudiera suceder al pobre de Sancho, solo y bajo la oscuridad.
Al día siguiente, Don Quijote decidió que quería ir a caminar. Así que me preparé y simplemente nos fuimos. Yo bien oculta iba por medio de los arbustos para que Don Quijote no me viera. Después de haber caminado por un
largo tiempo, escuchamos al pobre de Sancho gritar. ¡Estaba atrapado en una profunda fosa! Yo sabía que algo malo le había ocurrido. Don Quijote se puso a cuestionarlo para afirmar que era el Sancho real. Me dieron ganas de matarlo. En vez de ayudarlo se puso a preguntarle cosas, y el pobre que estaba tan angustiado le costaba incluso poder hablar de lo triste y asustado que estaba. Don Quijote después de que confirmo que se trataba del verdadero Sancho, fue por ayuda y ayudaron a sacar a Sancho y a su asno de la fosa. El pobre Sancho temblaba como si hubiera visto el espectro más horroroso.
Después de este acontecimiento regresamos a la casa, donde Sancho hizo un espectáculo contanto todo el drama vivido siendo gobernador de la ínsula Barataria. Los duques le dieron obviamente en broma que para la próxima vez le darían una ínsula menos conflictiva.
Ahora pues ocurrió un drama verdadero. Yo me sentía en medio de el escrito de un libro. Lo que sucedió fue que cuando Don Quijote empezó a combatir con el otro hombre, este se enamoró de la hija de la señora Rodríguez, y la hija d
e la señora Rodríguez se enamoró de él. Resulta que este hombre era un "impostor" el cual esta suplantando al verdadero labrador, el labrador contra el cual don Quijote quería luchar. Al final el hombre se da por vencido y dice que ya no quiere luchar más. Se desenmascara, y Don Quijote se da cuenta de que él no es el verdadero
labrador y culpa a los encantadores. El Conde lo encarcela en uno de los calabozos y para serles sincera no supe más que sucedió.
Después de esta ajetreada noche, sucedió lo más hermoso que me pudo a ver sucedido. Don Quijote decidió que ya era hora de marcharse de ese horrible lugar, nos fuimos de la casa de los duques. No podía estar más feliz. Me sentí segura, y además sentí que ya por fin podría estar tranquila porque ya nadie molestaría ni burlarían de los pobres Don Quijote y Sancho.